12/08/2010

Por sus palabras los conoceréis

Posted in PSOE, Religión a 09:06 por Andrés Velasco

Ayer saltó la noticia de que hay (o habrá) un tercer aspirante a encabezar la candidatura del PSOE a la Comunidad de Madrid: un tal Ángel Gimeno Marín, presentándose como alternativa para «echar a Zapatero».

Si bien aplaudo esa intención suya, encuentro que su forma de presentación es bastante inquietante. Por una parte, lo hace en compañía de César Vidal en «Libertad Digital», el libelo que dirige el converso evangélico (ex-converso testigo de Jehová) junto con el faltón Jiménez Losantos. Por otro lado, se estrena con un artículo de opinión en el libelo «Hispanidad.com» que dirige el otro faltón y presunto delincuente Eulogio López (quien tiene pendientes algunos procedimientos judiciales por injurias o calumnias… ahora no recuerdo).

Este manifiesto suyo es impagable a la hora de conocer sus verdaderas intenciones; no tanto por dónde lo dice sino por lo que dice. En efecto, encontramos en sus palabras una retórica que ya nos resulta muy conocida: la escuchamos casi a diario de boca de ultraderechistas o ultracatólicos (suelen ser ambas cosas) como Benigno Blanco, Ignacio Arsuaga, el propio Eulogio López, el mismo César Vidal, el omnipresente Jiménez Losantos, Herman Tertsch, etc.

– Las referencias a los «ejercicios de ingeniería social sobre la sociedad española» llevados a cabo por ZP son las palabras casi exactas con las que Rouco Varela y los restantes picatostes de la conferencia episcopal definían la aprobación del matrimonio entre homosexuales. Igualmente, el llamar repetidamente «aprovechado» a Zerolo ya lo hemos oído en las radios de la derecha radical con el mismo motivo.

– La afirmación de que «Cataluña quiere la independencia» nos recuerda demasiado a los mensajes alarmistas (y profundamente desintegradores) de Intereconomía y «El mundo»: ¡se rompe España! Quizá este Ángel Gimeno conoce a una señorita llamada Cataluña Gómez o algo así, porque a mí me resulta muy difícil creer que la sociedad catalana tenga una sola voz y la utilice para pedir la independencia. Alucinaciones esquizoides neofranquistas aparte.

– Habla también de que el PSOE está dirigido por un «grupo de masones ignorantes» del que destaca, claro, «al Zapatero masón», «masón sin principios» rendido a sus «asesores masones». Esta es otra de las ideas-fuerza de la derecha opusdeísta católica y de los fundamentalistas protestantes: la culpa de todo lo tienen los masones. ¡Por el G.·.A.·.D.·.U.·., qué argumento más cansino! Desconozco si ZP es masón, cosa que tampoco me sorprendería, pero hoy en España los masones son cuatro gatos que no pintan nada. ¡Ojalá fuera al revés y se dejara sentir la influencia de sus ideales sobre la política y la sociedad! Aunque mucho me temo que los masones tienen abundancia de ideas y cortedad de ganas para llevarlas a cabo.

En fin, que pretenden vendernos gato por liebre. Torpemente, por cierto, porque cualquiera con dos dedos de frente puede darse cuenta de que este señor tiene de socialista lo que yo de obispo.

11/08/2010

Incubamos el huevo de la serpiente

Posted in Islam, Religión a 09:03 por Andrés Velasco

Aun a riesgo de parecer racista, xenófobo, intolerante, etc., he de decir que no me sorprenden en absoluto las noticias acerca de las mezquitas que albergan actividades orientadas a la promoción o financiación del terrorismo. Una mezquita, no sé cómo lo consiguen los musulmanes, se convierte siempre en un foco de conflictividad, ya sea para el vecindario, para el municipio o para la nación en la que se instalan.

La mezquita es, para el islam, un centro de actividades mucho más trascendental e importante que para el cristianismo una iglesia. La primera acción de los musulmanes establecidos en una localidad es levantar una mezquita como centro social y de instrucción coránica, así como sede de las instituciones islámicas que funcionan (oficial u oficiosamente) incluso en países laicos y donde la religión mahometana no es mayoritaria. Junto al imán, siempre hay un juez o un doctor en la ley islámica.

Dado que, una vez liquidado el califato otomano, en la fe mahometana no hay una autoridad central que dicta cómo han de conducirse los musulmanes, todo el poder lo detentan los ulemas e imanes de las mezquitas locales. Este caudillismo está sólo someramente limitado por la relativa importancia que unas mezquitas tienen sobre otras, o por la jurisprudencia más o menos reconocida emanada de las madrasas más antiguas del mundo islámico, como la cairota Al-Azhar. De modo que un imán podría decir cuantas barbaridades le permita su ignorancia, que para su comunidad local esas barbaridades serán «el» islam.

Este es el mayor problema que hay con respecto al islam: es una hidra con millones de cabezas y millones de bocas, sin que podamos llegar a controlar lo que hablan todas ellas. Así, donde se abre una mezquita, podemos estar dejando que hablen las bocas del extremismo, los imanes que predican la expansión violenta de esa religión, los ulemas que imparten justicia al margen de los juzgados y tribunales nacionales, los niños adoctrinados casi desde la cuna para odiar a todo el que no sigue los mandatos de Mahoma…

Deberíamos preocuparnos cuando se abre una mezquita cerca de nosotros. No sabemos quién va a predicar allí o qué es lo que se va a predicar. Sin embargo, una cosa es segura: toda la intolerancia, todo el odio, toda la violencia, toda la maldad, toda la barbarie que vemos en los talibanes, en los ayatolás iraníes o en los wahabbitas saudíes, están ya contenidos en el propio Corán. A la larga, permitir que esta religión campe a sus anchas en Occidente, aun en sus formas más «moderadas», es incubar el huevo de la serpiente que sabemos que está destinada a mordernos e inocularnos su veneno.

Y sí, yo también soy contrario a que se levante una mezquita a cien metros de la «zona cero» de Nueva York. A los musulmanes les gusta provocar y luego hacerse las víctimas ofendidas. Es el colmo del descaro.

09/07/2010

¿Ha cambiado algo en Cuba?

Posted in Internacional, Política, Religión a 09:32 por Andrés Velasco

Estos días hemos visto mucho revuelo a cuenta de la posible liberación de 52 presos políticos cubanos, gracias a la mediación de unos señores de clergyman y cruz pectoral y, según parece, también del ministro Moratinos.

La noticia es buena, no cabe duda, y merece haber estado en primera página. Pero más allá del hecho humanitario de que por la mañana puedan despertarse libres estas 52 personas que estaban encarceladas por pensar de manera distinta a como el Gobierno castrista manda, me temo que realmente nada haya cambiado en Cuba.

La secta católica gusta de montar estos espectáculos mediáticos, como también gustan a los políticos. Quedan muy bien para presentarles como adalides de la democracia y los Derechos Humanos, y son gestos que dan buenos titulares. Pero, en el fondo, sólo consiguen reforzar la dictadura cubana, pues hacen que también su Gobierno parezca más comprensivo y humanitario.

Al igual que la religión cristiana necesita a los pobres para llevar a cabo sus mezquinas «obras de caridad», y por eso nunca querrá atacar las verdaderas causas de la pobreza, por lo mismo la iglesia católica cubana necesita que haya presos políticos, pero no osará enfrentarse al régimen castrista mientras éste la permita vivir con relativa libertad y preservando su propiedad inmobiliaria.

En cuanto a Moratinos, su ingenuidad (real o fingida) es palmaria. ¿Se ha dado cuenta de que Cuba tendrá 52 presos políticos menos, pero 52 exiliados más? ¿Qué proporción de todos los presos de conciencia cubanos suponen esos 52? ¿A partir de ahora se podrá disentir en voz alta del régimen castrista sin terminar en prisión? ¿Se encamina la república caribeña hacia una democracia, o esto son sólo maniobras para mantener indefinidamente el statu quo político? ¿Justifica todo ello un cambio en la posición de la Unión Europea hacia Cuba?

07/07/2010

A la victoria gracias a la «bomba uterina»

Posted in Internacional, Religión a 12:16 por Andrés Velasco

Las religiones monoteístas de raíz semítica tienen una afición inmoderada por la natalidad sin control. Tanto el judaísmo como el cristianismo o el islam ven la sexualidad únicamente como un medio para producir el mayor número posible de hijos. Si no se usa con esa función, el sexo debe estar prohibido.

Esto tiene su lógica, porque para que el número de fieles de una religión crezca, sólo hay dos medios: la conversión o la reproducción interna.

El primero de estos medios tiene, hoy día, una validez bastante limitada. En un mundo donde, pese a ayatolás, rabinos, obispos y demás, crece lentamente la aplicación del derecho a la libertad de conciencia, va desapareciendo la posibilidad de obligar a nadie a convertirse a una religión que no desea. La época del recurso a la violencia para que se expanda una religión (evangelizaciones o islamizaciones) parece haber terminado.

De modo que sólo pueden recurrir a lo que Fernando Vallejo llamó la «bomba uterina» en su excelente libro «La puta de Babilonia». La reproducción sexual al servicio de la causa: hay que tener más hijos que el enemigo para poder vencerle numéricamente.

Esta guerra entre religiones está teniendo una víctima colateral: la sociedad civil laica que no se deja guiar por los preceptos religiosos. Tanto en Europa como en Estados Unidos, los grupos religiosos más sectarios son los que más hijos traen al mundo. A corto plazo buscan ser una minoría demográfica lo suficientemente significativa como para tener un peso político que les permita imponer su visión de la vida al conjunto de la población. A largo plazo, esperan ser la mayoría hegemónica.

Por poner un ejemplo, Kiko Argüello, fundador del camino neocatecumenal, se ufana en decir que sus seguidores tienen tantos hijos, o más, que los musulmanes que viven en España. Presumen de una tasa de natalidad de quintuplica la del país en el que viven.

Quizás en otro momento explique por qué creo que una explosión demográfica es totalmente absurda en pleno siglo XXI, donde la robotización y la tecnología van a ir sustituyendo poco a poco a la mano de obra humana. Sin contar con el agotamiento de los recursos naturales, claro está, ni con la desigualdad en el reparto de la riqueza.

Hoy sólo quiero señalar que ya podemos observar un caso en el que una minoría religiosa, por vía de la bomba uterina, está poniendo de rodillas a la sociedad civil mayoritaria en la que se inserta. Me refiero, como cualquier lector avispado habrá podido adivinar, a los judíos ultraortodoxos (haredim) del Estado de Israel.

Los miembros de esta secta religiosa no trabajan (son mantenidos por el Estado) ni hacen el servicio militar obligatorio para cualquier otro israelí; pero sí tienen derecho al voto y su partido Shas es hoy el tercero más votado, actuando como bisagra para formar o tumbar gobiernos. Tienen una influencia desproporcionada, pero en el futuro van a doblegar aún más a un Estado al que no reconocen plenamente (según ellos, sólo el masiah es quien podría restablecer Israel); todo ello gracias a su descontrolada reproducción.

Al final, para las religiones, todo se reduce al sexo. Pero así, aceptando sus fieles convertirse en un rebaño para ganar mayorías, el sexo se devalúa. Aunque, bien mirado, todo en la religión está orientado a degradar la dignidad humana.

21/06/2010

Observando las miserias del Vaticano…

Posted in Religión a 09:47 por Andrés Velasco

Dedican en «L’osservatore romano» un obituario a José Saramago en el se despachan a gusto con el difunto. Una ruindad más en la historia de ese libelo vaticano. Y además cobarde, porque el escritor ya no está en condiciones de defenderse. Nada que nos sorprenda.

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